jueves, 4 de octubre de 2012

"Vosotros estad alerta, todo os lo he predicho"


Lo bueno de la Iglesia es que por mucho que meta la pata, siempre se regenera y, aunque no lo haga, contiene una base esencial que nunca cambiará, Cristo. Somos los cristianos los que componemos la Iglesia, laicos y religiosos, obispos, cardenales, el Papa, tú y yo, y todos cometemos fallos cada día, algunos escandalosos, pero no rendimos cuentas aquí en el mundo y si hemos de caer, caeremos, pero no hoy.

Desde hace más de 2000 años la Iglesia ha visto pasar miles de escándalos, errores terribles cometidos por altos nombres eclesiásticos, y siempre lo he mirado desde el punto de vista negativo, observando estos hechos como un desesperanzador paso atrás de la Institución de Cristo. No hay nada más absurdo y estúpido que desprenderte de tu fe por un fallo del mundo, de la naturaleza humana. Tu fe no yace en el mundo.

He leído artículos sobre la Iglesia de cristianos de todo el orbe, he visto videos sobre el mal en el mundo, el pecado y sus consecuencias, de creyentes que calumniaban contra la Santa Iglesia Católica, la misma que ha llevado esas esperanzas de una vida eterna a sus corazones. La lectura de hoy ha despertado en mí muchas preguntas, sobretodo centradas en las distintas concepciones que hay del cristianismo y la Iglesia por todo el mundo. Existen infinitas visiones de esta Institución, del papel que juega en la vida de un creyente, y como interpretan los católicos estos escándalos y delitos por parte de miembros de la Iglesia.

Solo hay una Iglesia, solo una verdad. Ninguno de nosotros somos quien para poner en tela de juicio esta verdad de vida, Jesus, su palabra. No hay Iglesia sin Cristo y Él permanece siempre en Dios, que nunca cambia ni cambiará, Dios es puro acto. Con esto quiero transmitir la idea fundamental de que los pecados de los hombres no van a cambiar a la Iglesia, la verdad única e inamovible, y si no creemos en la existencia del mal y de la debilidad humana, no creemos en Dios, o no hemos escuchado con atención...

 Entonces, si alguien os dijese: Aquí está el Cristo, o allí, no le creáis. Porque surgirán falsos mesías y falsos profetas, y harán señales y prodigios para engañar, si fuera posible, a los elegidos. Vosotros estad alerta; todo os lo he predicho. “(Mc 13, 21-23)


Fdo: Ricardo Corazón de León



martes, 2 de octubre de 2012

¡Volvemos!

¡Cuánto tiempo ha pasado desde la última entrada! ¡Cuántas cosas han ocurrido desde entonces! ¡Cuánto he aprendido desde la última vez que escribí, en este, nuestro querido blog! Esperemos en esta nueva etapa, retomar aquel ritmo vertiginoso que hace unos meses provocaba cientos de visitas diarias.

¿Qué ha pasado en España desde entonces? Políticamente, que al final lo afecta todo, el sistema acorazado que nos oprime sigue sin funcionar. Nada nuevo. El pobre argumento "pepero", pseudoderechista y simplón de que la culpa de la situación es de Zapatero ya resulta de verguenza ajena. Ojalá fuera tan simple, pero no lo es. Toda la clase política está metida en el mismo circo en el que viven, se mueven y existen. Un círculo cerrado en el que no se admiten invitados, ni cambios. Casi un año de gobierno del PP y la cosa empeora día a día.

El declive de la política española es alarmante. Cada presidente-gobierno incluido- que viene, es peor que el anterior. Sí, repito PEOR que el anterior. "¿Piensas que el gobierno Zapatero era mejor que el de Rajoy?" Pues sí. Zapatero por lo menos sabía lo que quería hacer y en gran medida lo consiguió. Se marcó unos objetivos que cumplió, quería cambiar a España y en gran medida lo consiguió. Rajoy ni está ni se le espera. A esto, súmale ministros, diputados, presidentes de comunidades, concejales, consejeros....miles de personas que viven de este teatro.

Muy negativo empiezo, pero hay que ser realistas y darse cuenta que vivimos en una oligarquía disfrazada de democracia. Hay que empezar por despertar y no estar indiferentes ante estas cosas, que es lo que ellos quieren. Esto se soluciona entre nosotros. España tiene que cambiar. Tenemos que quitarnos esa boina que para algunos, es motivo de orgullo. "Pero es que epaña e así", pues no señor, hay cosas que hay que cambiar. Hay que intentar mejorar y no excusarse apelando a nuestra cultura. Cambiemos el país, cada uno con su labor, rindiendo al máximo en nuestro cometido. Porque ellos no van a solucionar nada.


Fdo: Fernando III el Santo