viernes, 10 de diciembre de 2010

"Allí será el llanto y el rechinar de dientes"


Como he acordado con mi querido primo, Fernando III el Santo, hoy voy a dedicar la práctica de mi prosa a la fantástica, espectacular y perfecta Lady Gaga, una artista sin igual que no tiene rival en el mundo de la música. Pero lo mejor de ella es que ha descubierto una nueva forma de atraer masas, ya conoce las bases de cómo alcanzar la fama. Se trata de la divertida aberración del sexo y la religión (católica, obviamente). Con este manual para alcanzar "el éxito" ha hecho su último videoclip, el del tema más actual, "Alejandro". Es un tema musical que yo, personalmente, clasifico de abominable, aunque no mucha gente coincide conmigo, gustos lamentables los de la plebe.

El video trata de una puta, que está casi todo el tiempo en ropa interior y rodeada de "hombres" en bragas (porque no se permiten desnudos) saciando su ninfómano apetito. No contenta con eso, va disfrazada de monja, pero de color rojo, que excita más y da un buen colorcillo a la escena. Yo interpreto la canción como el deseo de una mujer un poco cerda, que desea acostarse con Alejandro, Fernando y Roberto. No dice más nombres porque la canción no puede durar eternamente. Esta pobre mujer era una prostituta de la calle, aunque yo diría que es la hija que Marilin Manson nunca tuvo, son idénticos en todo. Siempre creen que es Halloween.

Esta indecente ramera nos pone sobre la mesa una música cutre, vaga, desinteresada y ajena a toda emoción bella. Pero si es verdad que la música transmite lo que uno siente por dentro y no es capaz de decir con palabras, así descubrimos que tiene cosas tan apasionantes en su interior como hacer el guarro vestida de monja o disparar con un fusiles M16 que, por supuesto, lleba sobre los pezones.

Cada vez que ofendáis a alguien o algo pensad qué es realmente lo que atacáis, qué defendéis, porque no es del todo correcto que yo hable así de esta pobre muchacha sin educación. La gente debe conocer la verdad, y si el precio no es muy alto, transmitamos esa verdad. Escuchar a Lady Gaga no es de un mal católico, es de mal católico apoyarla, adorarla, idolatrarla y vestirla de monja, claro.

Nos intentarán destruir siempre, siempre nos perseguiran, siempre tendremos el riesgo de perder amigos, amigas, familiares, pero estará excusada la pérdida siempre que sea por luchar por Cristo. Defended a Cristo, hijo del padre, porque la recompensa será infinita y el perdón, setenta veces siete...

Fdo: Ricardo Corazón de León

1 comentario:

  1. Sois un poco exagerados, que haga lo que quiera lady gaga, si no os gusta no la escucheis......

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